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El Rosario: Vista parcial del folklore puertorriqueño

introducción por Nestor Murray Irizarry
seguido por el libro, y luego por tres conferencias en video en torno al libro

El Rosario: Vista parcial del folklore de Puerto Rico de Pedro Escabi y Elsa Escabi,

Centro de Investigaciones Sociales, Universidad de Puerto Rico, recinto de Rio Piedras. [Publicado en línea en 2020 por el Centro de Investigaciones Folklóricas de Puerto Rico, Inc. según entregado a nuestra institución por Elsa Escabi Agostini ]

 

Esta publicación forma parte de un abarcador estudio e investigación sistemática de nuestro folclor, que muy pocas veces se ha intentado en Puerto Rico. Solo se compara con el trabajo realizado entre 1914 y 1915 en la Isla por el antropólogo estadounidense John Alden Mason, que fue editado por Aurelio M. Espinosa.

 

El Estudio que nos ocupa fue realizado con rigor científico. La planificación, el adiestramiento del personal, la bibliografía seleccionada, el cuestionario, la muestra utilizada, la clasificación de los materiales, las grabaciones de las entrevistas abiertas y las publicaciones representan también un buen modelo-guía para realizar un trabajo similar. No hay duda de que ambos trabajos investigativos aspiraban a demostrar la riqueza del folclor de nuestra tierra. En honor a este especial esfuerzo, tanto de lo hermanos Escabí como de Mason y Espinosa, debemos emular con dignidad y orgullo la fuerza que nos inspira a continuar luchando por rescatar nuestro acervo cultural puertorriqueño. Son muy curiosas, por no decir reveladoras, las conclusiones a las que llega Pedro C. Escabí Agostini en El Rosario. Éste señala que:

 

El primer análisis demostró que nuestra música del rosario es de carácter aborigen americano” y que “[…] entre las 27 Modalidades encontradas la 2 y la 22 son modalidades conocidas como arábiga andaluza. Sabemos que estas son de origen africano. Las 28, 29, 30, 31 son la escala mayor y las tres escalas menores que se adjudican en nuestra cultura occidental a Europa […]’’ ’Podemos adelantar que los Gozos Cantaos a las Ánimas, que se acostumbran a hacer después del Rosario, bien sea este rezado o cantado, lo hemos recogido solo en comunidades cuya población es eminentemente negra […] En relación con los patrones rítmicos, no estoy dispuesto a comprometerme, sobre si los mismos son blancos, negros o indígenas de América. Sabemos que los aborígenes de América tenían tambores con extremidades forradas de cuero, igual que los africanos.

 

Escabí aclara que no estaba tratando de restarle importancia a los valores culturales africanos y que se resistía a creer que todo tipo de ritmo que se encontraba en América tuviera influencia africana. Por otra parte, su investigación concluyó que “la simbología cristiana de la Santa Cruz es un símbolo vegetativo de la Virgen María

Para leer el libro, arrastre la imagen hacia arribo o abajo, u oprima las flechitas para cambiar de página. 

Tres prominentes catedráticos reaccionan a la obra

dr. Roberto Fernández Valledor

Dra. Noraliz Ruiz

Dr. Emanuel Dufrasne

Algunos apuntes sobre el libro 

Vista parcial del folclor de Puerto Rico: el Rosario

(de Pedro Escabí Agostini, p. 188-218)

por Emanuel Dufrasne González, etnomusicólogo

 

He tenido muchas oportunidades de escuchar y de participar en las fiestas o Rosarios a la Santa Cruz en incontables ocasiones. He estado en fiestas de Cruz en Ponce, Carolina, Río Piedras, Guayama y Santurce. He escuchado grabaciones de esos eventos en Nueva York. Pude escuchar grabaciones hechas por el etnomusicólogo Luis Manuel Álvarez en San Juan, Río Grande y Río Piedras. 

       Además he podido estar en Rosarios a Santiago Apóstol en Loíza. En el barrio Torrecilla Baja de Loíza me entonaron fragmentos de la fiesta a la Santa Cruz como se hacía antes en esa zona , antes de la adopción del llamado estilo Ponce de dicha tradición.  También he presenciado trullas de promesas en el barrio Quebrada Negrito en Trujillo Alto. Mis experiencias han sido distintas a las de Pedro y Elsa Escabí porque trabajé en lugares distintos y en épocas diferentes. Ellos trabajaron en una época anterior a la mía. 

        El extenso y meticuloso tratado sobre el Rosario en Puerto Rico por el fenecido profesor investigador Pedro Escabí Agostini y su hermana Elsa es un estudio completo que explora la psiquis del ser humano prehistórico. Incluye un ejercicio profundo de antropología filosófica aplicado al homo sapiens desde el Paleolítico. Ellos exploran el conocimiento acumulado por observación y experiencia de parte de esos antiguos. Se internan en temas de la sabiduría mítica o simbólica-metafórica sin dejar de explorar aspectos de la sicología de nuestra especie. Discurren sobre el pensamiento mítico, o precientífico, y su paulatino paso hacia el pensamiento científico (o cientificidad). Asocian al calendario lunar y los ciclos de la Tierra con la menstruación y ovulación de la Mujer. Trabajan con los calendarios antiguos de civilizaciones del pasado para destacar la relación entre el calendario lunar con el Rosario que es a su vez un ábaco. El “llevar las cuentas” del Rosario es también seguir las cuentas del ábaco para precisar el cálculo lunar afirmó Escabí.

        Dentro de esa misma discusión en el maravilloso campo de la antropología filosófica, el profesor Escabí discutió las distintas Venus del Paleolítico, las distintas representaciones de mujeres o diosas voluptuosas, o tal vez encintas. Son posibles repesentaciones de la diosa-madre-tierra, la mujer y la fertilidad. Según el escrito discutido eso tiene relación con la mujer y su calendario reproductivo, el ciclo de la menstruación. Es un ciclo como los ciclos lunar y solar. En fin, son todos ciclos que influyen en la Naturaleza o son la Naturaleza misma, naturaleza de la mujer, del Planeta y de los cielos. Es provocadora la idea de que la devoción a la Virgen María es producto del desarrollo y evolución del culto a la diosa- madre-tierra. El profesor Escabí discutió ese tema en su tratado. Además, presentó la idea de que el culto a Jesucristo es una manera transformada del culto solar. Discutió estos temas como parte de la evolución o transformación del pensamiento en Occidente.

        El profesor Escabí escribió sobre ese asunto importante de llevar las cuentas. Es interesantísimo el párrafo en que explica la relación entre el calendario lunar y el Rosario. Redactó Escabí: 

       Cuando el pueblo le llama al proceso de correr el ritual “llevar las cuentas” está haciendo una traslación en la memoria colectiva del acto científico calendárico, aunque la mente colectiva del presente no vea relación directa entre el instrumento ritual y el calendárico. [Termina la cita.]

        Escabí discutió las partes del Rosario y sus variantes. Describió los distintos tipos de Rosarios y como se celebran o presentan. Comentó sobre las promesas y de cumplimientos de las mismas. Enumeró las actividades necesarias para realizar el Rosario además de su importancia en el pasado.  El Rosario tiene cinco secciones de diez cuentas para un total de cincuenta cuentas que representan a la oración Ave, María. Cada sección de éstas es una casa. Hay una cuenta entre cada casa para sumar cuatro cuentas que anticipan una casa distinta. Esas cuatro cuentas, nos describe Escabí, es un pater refiriéndose a la oración Pater Noster o Padre Nuestro. Hay otra cuenta para un  Pater Noster adicional. También se le añaden al rosario tres Ave, María para un total de cincuenta y tres. Una cuenta representa a la oración denominada la Salve. Luego se canta o se reza la Letanía. Esta oración contiene nueve oraciones a la Santísima Trinidad, cuarenta y siete alabanzas a la Santa María y tres oraciones al Cordero de Dios. Escabí desglosó el Rosario de manera profunda y con el análisis más minucioso y correcto desde el punto de vista teológico y desde el enfoque popular.  Explicó el profesor Escabí que la promesa debía ser pagada en la víspera del día del santo por el tiempo que se haya prometido. Si se hacían los tres rosarios con sus quince misterios (un quince) ese ritual duraba toda la noche y hasta después de las 6:00 de la mañana del día siguiente. Son cinco misterios gozosos, cinco misterios dolorosos y cinco misterios gloriosos. Entre rosario y rosario se cantan seises y aguinaldos a lo divino o de tema religioso. También se entonan villancicos al santo de la devoción particular. 

       Este estudio es muy completo. Escabí describió hasta el proceso de preparación para poder cumplir con la promesa o la devoción. Explicó el profesor que primero se buscaban a los músicos de cuatro, guitarra, güiro y cantantes. Como segundo paso se preparaban los obsequios para los que lleguen a participar en la promesa. El tercer paso debía ser conseguir al rezador y al primero y segundo coro. El cuarto paso es  preparar el altar. Escabí también explicó que cuando el Rosario es a otro santo distinto a la Virgen María, se sustituyen las diez avemarías por una oración al santo de esa devoción. Esa oración es denominada la palabra. Enumeró distintas oraciones incorporadas a los rosarios para otros santos: el Alabado, La voz celestial ha hablado, Te vamos a dar las gracias, y Aplaca, mi Dios, tu ira, además de padrenuestros y avemarías indeterminados. 

      Hay mucho más que se puede decir y escribir sobre el texto que hemos resumido. Conocí y conversé con ambos. Tuve el honor de asesorar a Elsa Escabí sobre los términos musicales utilizados en las páginas 358 a la 391. Los hermanos Escabí Agostini no descuidaron aspecto alguno del estudio del rosario en Puerto Rico. Incluyeron los textos rezados o cantados. Este tratado extenso requiere a su vez mucho estudio y reflexión. Este estudio ofrece la oportunidad de ubicar mucha información recopilada por los hermanos Escabí Agostini en un mundo más amplio del catolicismo popular y sus diversas manifestaciones en la península ibérica y la América Latina.  Es producto de una investigación minuciosa, profunda y abarcadora. Es un documento valiosísimo sobre una tradición puertorriqueña muy importante. Es también un documento académico principal sobre un aspecto único de la música latinoamericana.  No hay que dudar que aún hoy persisten estas prácticas tal y como fueron descritas por ellos. Ellos citaron una copla de seguidilla que considero muy interesante:

   Para subir al cielo

   Se necesita

   Una escalera grande

    y otra chiquita.

 

En el tratado reseñado sus autores analizaron esta copla dentro del contexto bíblico y del Rosario, aunque esté incluida en el son veracruzano y secular titulado La bamba. De cierta manera, este tratado tan importante es una escalera grande y una chiquita que sirve de enlace a otros tiempos, remotos y cercanos. El libro es un puente entre el tiempo de arduas labores de los hermanos Escabí Agostini y los de investigadores de tiempos posteriores y actuales.

        Que ambos, Elsa y Pedro, descansen en paz.

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